Todos los días tenemos la oportunidad de presentarnos al mundo exterior y posicionar nuestra marca a través de los estímulos. El éxito de las negociaciones, la solidificación de las relaciones y una excelente entrevista se logran más fácilmente cuando sabemos manipular el lenguaje no verbal y mostramos credibilidad.
Es cierto que no todos tenemos la misma personalidad o habilidades, pero todo ingresa por los ojos, así que si nos perciben como personas seguras será más fácil aumentar la confianza transmitida. De hecho la confianza da pie a que otros se sientan motivados a creernos, escucharnos y seguir nuestras ideas. El sentido de la abundancia es tal en el ser humano, que cada vez que percibimos algo abundante, saludable y pulcro, nos parece algo positivo y queremos seguirlo.
Los siguientes tres elementos son clave en la proyección de una imagen exitosa:
Ajuste. El ajuste en las prendas es sumamente importante, más del 40% del éxito de la imagen podría perderse si descuidamos este detalle. Una prenda siempre debe quedar a la medida, si vestimos muy holgado transmitiremos descuido, por el contrario una prenda muy ceñida está más ligada a lo sensual que a lo profesional.
Acabado: Una prenda con brillo es una prenda elegante pero no formal. Las prendas más formales y que te harán lucir con más seguridad y autoridad son las mate, las brillantes se usan en galas o eventos de etiqueta.
Contraste: Vestir de contrastes altos siempre te hará lucir más poderoso y seguro, está comprobado que quien viste de contrastes altos provoca en los demás cierta admiración y respeto, hasta el punto que algunos pueden sentirse cohibidos. Usalo siempre con moderación.
El éxito de toda imagen está en usar los elementos y principios del diseño a nuestro favor, si proyectamos una imagen exitosa y segura nos será más fácil comunicarnos y transmitir credibilidad.