¿Te ha pasado que ves una prenda bonita pero no te la comprás porque te da miedo experimentar? El darle un giro al vestuario puede ser una tarea complicada. A menudo cuando atiendo a un cliente me suele decir que le gustan muchos estilos pero que no se atreve a probarlos. En ocasiones son personas que han vivido siempre bajo un mismo tipo de vestimenta, lo cual no está mal si les hiciera felices. Sin embargo, muchos de ellos me comentan que se sienten apagados y sin vida con la ropa que usan; incluso hay quienres me dicen que sienten que se ven como una fotografía, siempre igual y con las mismas combinaciones.
La mayor parte de los casos reconoce lo que les gusta; sin embargo no se atreven a utilizarlo, ya sea por algún complejo, alguna limitación, o incluso el qué dirán. Otros por ejemplo, no se animan por falta de autoconocimiento y es ahi donde empiezan a aflorar las dudas de si esa prenda les favorece, para qué tipo de evento se puede usar o simplemente cómo combinarla. Dudas como estas frenan al más del 80% de mis clientes y les impide darle un giro a su vestuario ¿Es este tu caso?
Un proceso que requiere esfuerzo.
Soy consciente de que vestir no es un proceso que se deba de tomar a la ligera. Como ya lo he mencionado antes, vestirse no es algo superficial, es una expresión de nuestro ser interno y por ello debe tomarse de una manera seria y planificada. El no hacerlo, a la larga nos generará frustración, desmotivación, e incluso hasta aburrimiento.
El darle un giro a nuestro vestuario, es sin duda uno de los procesos más hermosos que un ser humano puede experimentar. Cuando nos encontramos en las prendas, es como si todo fluyera de forma más fácil. Empieza a brillar no solo tu parte externa sino tambiéno tu interior.
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Por ejemplo, si te ponés un color alegre, estás preparando inmediatamente a tu cerebro para que se sienta así. Tal cual lo estás leyendo, “verse bien es sentirse bien”. Lastimosamente, pasa también a la inversa, si tu vestuario no te representa, vivirás atado a un estilo que no te hace feliz.
Pero entonces, quizá te surja la duda de cómo se puede dar ese paso para darle un giro al vestuario, porque si fuera tan sencillo, no habrían tantas personas en una zona de la que no pueden salir. No te alarmés, precisamente por esa razón, he preparado estos 5 pasos que estoy segura te ayudarán a lograrlo:
- Conocé tu esencia. Preguntate qué te gusta, qué te motiva, cuál es tu personalidad y si la ropa que tenés en el armario transmite eso y hacete esta pregunta: ¿Cómo sería una prenda que proyecte tu verdadera esencia?
- Determiná tus patrones. Revisá en tu armario qué es lo que no te deja avanzar, por ejemplo: comprás siempre las mismas prendas, se te hace difícil salir del color negro, comprás una misma pieza en diferentes colores, comprás por impulso o no te gusta probarte la ropa. Analizar estos patrones te ayudará a no caer en ellos. Determiná la causa para que podás soltar.
- Conocé tu cuerpo. No se puede darle un giro a tu vestuario sin autoconocerte. El saber qué puntos positivos tenemos y cómo disimular los puntos negativos te ayudará a introducir prendas que no solo te hagan feliz sino que también se te vean espectaculares.
- Dejá tus complejos. Este punto es sumamente importante. No podés avanzar si siempre estás pensando en lo que otros dirán, en tu edad o en tu físico, no podés aferrarte a tus puntos negativos sin valorar tus virtudes. Se trata de lograr un equilibrio y no torturarte. Toda característica se puede balancear con la ropa ideal.
- Salí de tu zona de confort. Una vez en este punto, es hora de animarse a dar el salto. Te aseguro que te sentirás muy plena cuando lo hagás, volverás a creer en vos misma y descubirás cosas de vos que todavía no sabías.
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