Lo primero que debes investigar a la hora de contratar un asesor de imagen es su carrera. Hoy día muchas personas están aprovechándose del consumidor, ofreciéndoles paquetes de asesoría sin contar con una carrera que los respalde.
Otro detalle importante a considerar es la experiencia, al igual que un profesional en nutrición por ejemplo, el asesor de imagen será cada día mejor en función de cuantos casos haya estudiado. Eso sí, un asesor principiante egresado de una carrera tendrá ventaja sobre uno que solo haya cursado un taller de dos días.
Es decir, en dos días una persona no puede ser capaz de comprender aspectos fundamentales del desarrollo de la imagen. Recordemos que un asesor de imagen debe tener conocimientos de psicología, mercadeo, teorías de color, simetría, protocolo, etiqueta, códigos profesionales, lenguaje verbal, entre otras técnicas de investigación, eso solo para mencionar algunos puntos.
Un asesor de imagen no solo estudia el vestuario de una persona, sino que realiza todo un proceso de mercadeo personal con el fin de lograr coherencia entre la parte interna, externa y los estímulos que transmiten para el alcance de los objetivos. Su función está ligada al desarrollo de una marca ya sea corporativa o física, y cómo posicionarla en el mercado. Para esto debe realizar diferentes estudios y técnicas científicas y no solo basarse en su “intuición”.
Pese al rumbo que está dando el mercado costarricense, sí es posible encontrar asesores certificados con una carrera como tal y no con cursos de dos días, pero no son la mayoría. Es por eso que no está mal llamar a este grupo “asesores de moda”, ya que posiblemente ese concepto sí lo manejen y así no tergiversar el término de consultor de imagen.
Contrata a un consultor en imagen física y sácale provecho a tu inversión.