Los 3 elementos persuasivos que te ayudarán a impactar en los negocios

La imagen es integral y por lo tanto no puede verse ningún elemento que la compone de forma individual, es decir no somos un vestido o una postura, no somos un color bonito o un cabello arreglado, somos un todo. Uno solo de los elementos que causan la percepción de la imagen puede dañar todo lo que hemos construido; asimismo, como nada se visualiza de forma individual, todos se integran y forman lo que llamamos la imagen personal.

Existen lineamientos que se deben de seguir para alcanzar una imagen creíble y todo se basa claro está en el entorno, el estilo de la persona y su objetivo. Entendido esto, es importante aclarar que no hay imagen buena o mala, sino más bien coherente o incoherente y es precisamente la incoherencia la que provoca que la persona pierda credibilidad. Una imagen solo es sostenida en el tiempo si es coherente y constante.

La importancia de los elementos persuasivos para vender una idea

Una persona no puede pretender que la contraten como un profesional en derecho serio y seguro, si su imagen vende inseguridad, se ve débil y descuidada; esto solo enviará al espectador estímulos contrarios a lo que se espera. De igual forma sucede con las demás industrias. Un Chef por ejemplo que quiere posicionarme como líder en el mercado de comida “gourmet”, debe vender la idea de limpieza, orden y calidad en el producto, probablemente si su apariencia es desordenada y tiene poco aliño, nunca llegue a ser creíble ante los demás.

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Al final esto se llama persuasión, elementos que ayudan a vender una idea. El desarrollo de una marca está claro que necesita una estrategia puntual de creación y puesta en marcha, pero existen bases que muchos olvidan en el camino y que son clave para crear una imagen diferenciada.

1. Sonrisa. Necesitamos conectar, la mejor forma de vender una idea es a través de conexiones y de habilidades humanas. La sonrisa abre puertas y permite crear alianzas, es la forma más fácil de abrir espacios y crear sinergia. No cuesta nada y está al alcance de todos, pero en la sociedad actual muchos se olvidan de este recurso. ¿Cierto o no que la indumentaria no sirve de nada cuando se trata de alguien malencarado?
2. Postura. La postura puede mostrarnos ante los demás como personas seguras y eficientes. Además de aportar presencia, distinción nos hace parecer presentes, interesados y confiables. Al contrario el mal manejo de esta podría hacernos ver como desinteresados, aburridos o hasta deprimidos; sin duda un cliente querrá depositar la confianza en alguien que le inspire credibilidad y seguridad, y no todo lo contrario.
3. Correspondencia. Las manos son parte fundamental de la comunicación, ellas son responsables de más del 85% del impacto de nuestro mensaje. Podemos persuadir a través de ellas y lograr que el mensaje cale de forma más precisa y directa. Usalas en sintonía con tus palabras. Al fin y al cabo, el lenguaje no verbal es más fuerte que lo que se dice.