En mi carrera como asesora me he dado a la tarea de buscar métodos, desarrollarlos y realizar una serie de investigaciones en pro de la imagen femenina. Desde mis inicios ayudar a las mujeres ha sido mi motor y mi inspiración.
Hoy 10 años después sigo con la misma convicción: desarrollar la imagen física de mis clientes. Constantemente en esta tarea de desarrollo personal, pienso en cómo potenciar toda la belleza que hay en cada mujer. Porque para mí, toda mujer es bella. Aún cuando ella llega y me cuenta mil cosas que no le gustan, yo empiezo a verla y a pensar en todas las virtudes que tiene y cómo se verá al final del proceso.
Cuando realizo un informe personalizado determinando la ropa, el corte de cabello y el tinte de una cliente, me ilusiono tanto… Es como volver a vivir, como si fuera yo la que estoy renovándome y descubriendo mi propio estilo. Sí, a esto yo le llamo ¡Vida! Porque es como restaurar una pieza, es volverle a dar color, brillo, es abrirle la puerta a esa mejor versión que cada una tiene, pero que a veces nos olvidamos de que existe.
¿Qué es belleza?
A través del tiempo he descubierto que puede ser el vestido más bello, pero si quien lo porta no tiene presencia, de nada valdría; entonces ¿qué es presencia? Es todo aquello que nos distingue y que deja huella a cada paso. Aunque todo es importante, hay 5 claves que son determinantes para potenciar la imagen y que marcan el inicio de una nueva versión:
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Ajuste. El primer paso de una imagen correcta es el ajuste, un gran porcentaje de la misma se ve dañada si no llevamos prendas a la medida, que nos queden correctamente. Ni muy grande ni muy ceñida, lo ideal es buscar el talle adecuado.
Sonrisa. El mejor adorno que podemos ponerle a nuestra ropa es la sonrisa. Esta le aporta vida a nuestra imagen, ayuda a proyectarnos y nos abre muchas puertas.
Autoestima. Quererse, amarse, no olvidarse de que la primera y última persona que estará hasta el final sos vos misma. Aprender a ver las cosas bellas que tenemos en vez de juzgarnos y lastimarnos.
Postura. Otro detalle no menos importante es la postura. Es más poderosa que las palabras. Un bello vestido se vería dañado con una postura que refleje desinterés, desorden o rechazo.
Cuidado personal. Tu cabello y rostro son la mejor carta de presentación. Cuidalos siempre, que ambos reflejen vida. Lo marchito siempre es rechazado, lo vivo y sano nos irradia abundancia y por ende solo emite estímulos positivos.
Recordá que la imagen es integral que nada funciona si está aislado, sino que en conjunto forman una imagen que se percibe desde lejos. ¿Qué es belleza? Belleza es aquella mujer que sabe que lo es y todos los días da su mejor versión. ¿Cuál es tu versión ahora?